
El fin llego sin avisar, como en un suspiro de tu cuerpo todo había cambiando, no eras el mismo, sin una explicación aparente, una ráfaga de viento helado me alejaba segundo a segundo mientras mis pies se resistían a dejar aquello que por un tiempo fue costumbre o quizás algo más que interrumpió sin un permiso, sin preguntar y formo parte de lo que hoy no puedo olvidar.
Hoy recordando cada minuto, cada instante, cada beso y cada mirada puedo notar la diferencia que encierra la historia, todo se ha modificado, quien ha sido el que amordazo el sentimiento y puso cerrojo eterno a aquel libro que enmarcaba una aventura donde los protagonistas, al igual que las películas, se distanciaban, con la diferencia que el final feliz nunca llegará y lo poco que nos unía no sucederá jamás.
Perdón le implore a la luna, testigo de mis más íntimos sentimientos, consejera de mi destino, una vez más te he evadido….